Arrastrada por las olas En el mismo límite del rompeolas, en una playa de oscuras arenas de la costa malagueña, una concha de Haliotis (oreja de mar) ha sido recién arrastrada y depositada por una ola que retrocede. Sus atractivas curvas nacaradas contienen aún algunos granos de arena y agua marina que terminarán por escapar por sus características perforaciones. Se trata de un instante de un atardecer avanzado, aislado por la cámara mientras paseaba por la orilla de una de nuestras playas. El efecto de paso del tiempo ha sido reforzado por la elección de una velocidad de disparo relativamente lenta que desvela las lineas de flujo en el retroceso del agua. Nikon D200, Nikkor 105 mm f2.8, f/25, 1/10, ISO 100

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